Hace 100 años, Alcoba de la Torre tendría sin duda, otra fisonomía.
Entonces era un pueblo con más de 300 habitantes, pero al igual que ahora, en estas fechas todos los vecinos preparaban sus trajes, buscando colchas viejas, toallas para hacer turbantes, y antorchas con las que iluminar «La Carrera «. Los participantes con texto luchaban juntos y a solas con los personajes que les tocaba representar, pero llenos de ilusión, igual que ahora, un siglo después.
Los primeros datos sobre esta curiosa y emocionada forma de rememorar la Pasión de Jesús, «La Carrera» nos lleva a 1.908, cuando Alcoba de la Torre tenía 350 habitantes y era párroco D.Romualdo. Dejó de celebrarse en 1.936, por el estallido de nuestra guerra civil.
Se retomó en el año 1.945, que duró hasta 1.955, cuyos promotores fueron D. Tomás Leal Duque y D. Bienvenido García después dejó de celebrarse cuando la emigración, y seguramente la tristeza y el desánimo de las familias separadas, la devolvieron al abandono.
Sin embargo la «Carrera» de Alcoba de la Torre nunca cayó en el olvido de sus hijos y así 42 años después, el texto fue encontrado y convertido en proyecto por la «Asociación Cultural el Castillo».
Para que «La Carrera «volviera a sus calles y a su sentir popular, y lo consiguieron en 1.997, manteniéndose hasta hoy.
Muchas han sido las dificultades: falta de ayudas, de reconocimiento, de apoyos institucionales… Ellos solo han tenido que librar su propia «carrera» para financiarse, darse a conocer a instituciones, cajas de ahorro, etc. Incluso han intentado que se reconociera como Tradición de Interés Turístico, pero las dos veces que lo han intentado, ha sido rechazada.
Quizás 100 años en la memoria colectiva de este pueblo no sean razón suficiente…
Cerca de 2.000 personas vienen cada año a esta original demostración, en cuyo texto en verso de más de 100 años de antigüedad, encontramos cientos de singularidades únicas, y en la que participan más de 120 personas, ataviadas con trajes confeccionados por ellos mismos, que cada Viernes Santo, salen a la calle emocionados y llenos de frío, para gritarle al mundo con su buen hacer que Alcoba de la Torre aún está viva…