Costumbres

LA MATANZA

 

«La matanza del cerdo» es una tradición que la hacían nuestros padres y abuelos que los servía como sustento alimenticio para gran parte del año.

En el año 2.008 esta tradición se ha vuelto a recuperar, por el empeño de gran parte de los vecinos del pueblo.

matanza del cerdo

Los hijos y nietos del pueblo que viven en las ciudades y vienen a pasar los fines de semana, y puentes festivos, son también partícipes de este evento que suele celebrarse en el mes de Diciembre.

Las mujeres son las que se encargan de hacer los chorizos, morcillas, etc…
Después en un ambiente familiar se celebra la correspondiente comida con todos los productos del cerdo y otras exquisiteces.

 

COMIDAS TRADICIONALES

 

Se llevan celebrando desde hace bastantes años, especialmente en verano y en algunos puentes festivos, comidas y cenas entre todo el vecindario. Estas consisten generalmente en chuletas de cordero, panceta de cerdo, chorizo, morcilla, etc. Todo a la parrilla.

Algunas veces suele hacerse cocido castellano y caldereta de carne de cordero.
Después de algunas cenas y en un ambiente festivo, una banda de música de la región toca canciones para diversión de todos los asistentes.

 

TRADICIONES PERDIDAS

 

El último día de Febrero a las doce de la noche, se cantaban «las Marzas» consistía en distribuirse los hombres en varios grupos por las calles, cantando unos y contestando los otros.

Previamente y durante la Cuaresma, las llamadas Mozas del Santísimo eran las encargadas de pedir por las casas para las velas y la confección del monumento; ejercían la costumbre de llamar a concejo a los vecinos para recompensar con vino el trabajo de «hacendera» de los vecinos, bebiendo todos en dos tazas de plata.

«Pingaban el Mayo» el día uno del mismo mes.

El día del Corpus Cristi «enramaban» las casas de las mozas, y las que eran novias, recibían además unas rosquillas con el ramo.

Era denominada la «costumbre» el pago que debía hacer un mozo forastero a los mozos del lugar por ennoviar con una moza de Alcoba.

La denominada «cuartilla» de vino se pagaba por pasar de chico a mozo.

Cuando dos personas contraían matrimonio tras firmar en el juzgado, pasaban a ser vecinos, algo que debían premiar con una invitación de vino a todos, los cuales a su vez daban la enhorabuena a los recién casados.

Encendían hogueras en Nochebuena.

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